Desde el nacimiento del medio como producto de consumo, se ha competido de alguna manera en videojuegos. Atari lanzó una competición oficial (por puntuación) de Space Invaders en 1980 en la que participaron más de 10.000 jugadores.
El mismo año nace Twin Galaxies, organización que pretende recoger todos los récords de puntuación de las máquinas de arcade a nivel mundial (con Pac-Man y Donkey Kong como Santos Griales a conquistar). También surgen concursos televisivos como Starcade y a finales de la década los Nintendo World Championships.
Los e-Sports son ya, no sólo una realidad, sino una industria que genera un impacto considerable en la economÃa de muchos paÃses desarrollados.
La repentina profesionalización de ligas, equipos y jugadores demanda también un marco jurÃdico estable que dé certidumbre a todos los agentes integrantes del ecosistema, la idea no seria sobre cargar el sector con regulaciones sino, más bien, utilizar las herramientas jurÃdicas existentes y llegar a un consenso entre industria e instituciones.
La similitud casi exacta en determinados aspectos con la práctica deportiva tradicional hace que se plantee si, como ya se está haciendo a nivel internacional tiene sentido considerar a los e- Sports como una modalidad deportiva. No es la única de las soluciones y habrá posiciones a favor y en contra, pero de seguro es la solución más integral al problema.